PROMOVER LA RENOVACION DE LA DIMENSION ESPIRITUAL DE LA IGLESIA

 

"Una Iglesia concebida exclusivamente como comunidad humana no sería capaz de encontrar respuestas adecuadas al deseo humano de una comunión capaz de sostener y dar sentido a la vida. (...) El ser humano anhela algo que lo trascienda, que supere todas las miras humanas, desenmascarando su insatisfactoria finitud".

Refiriéndose a la "cuestión de Dios", Juan Pablo II subrayó que "hoy, con frecuencia, se responde a esta cuestión con el ateísmo disfrazado o con la indiferencia ostentosa. Detrás de estos comportamientos se esconde el deseo de construir la serenidad y la comunión humana sin Dios". Y exclamó: "ĦAy si la Iglesia estuviese demasiado comprometida en las cuestiones temporales, de modo que no encontrara tiempo para ocuparse de los temas que tocan a lo eterno! Hoy es urgente promover la renovación de la dimensión espiritual de la Iglesia".

Juan Pablo II indicó posteriormente que "se han insinuado algunas concepciones de la Iglesia que no corresponden ni a los datos bíblicos ni a la Tradición de la Iglesia apostólica. La expresión bíblica 'pueblo de Dios' (laos tou theou) se ha entendido en el sentido de un pueblo estructurado políticamente (demos), según las normas válidas para otra sociedad. (...) Se ha difundido entre un cierto número de fieles la solicitud de una democratización de la Iglesia" y "se ha pensado poder determinar la verdad revelada por medio de la demoscopia y de manera democrática. (...) Anunciar a los hombres la verdad en la caridad, este es el verdadero remedio contra el error".

Vaticano, 20 Nov 1998 (VIS).-S.S. Juan Pablo II, durante el encuentro con la Conferencia Episcopal de Austria, durante su visita "ad limina".

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